lunes, 26 de noviembre de 2012

Romper las Ataduras Sociales


El mundo actual está lleno de disputas, de competencias por alcanzar la mejor posición, el mejor rango. Y no solo existe competición en el campo laboral, actualmente se da en todos los aspectos de la sociedad. La gran mayoría aspiramos a ser los mejores en todo, no es algo irracional ya que es bueno superarnos constantemente y alcanzar plenitud y satisfacción en nuestra vida. El problema actual es que este anhelo de superación viene muy marcado por la sociedad, existe una gran presión social que te obliga a querer destacar.


Es interesante resaltar que un estudio realizado por científicos estadounidenses ha demostrado que en la etapa de la adolescencia es cuando aumenta la actividad neuronal en un área específica del cerebro que mejora la capacidad de no dejarse influenciar. Sin embargo, es para todos evidente que cada vez más los jóvenes sufren una dependencia social que obliga a dejarse llevar por los estándares que marca la sociedad. Cuando nos adentramos en la adolescencia vamos relacionándonos cada vez más con nuestro entorno de amigos y cada vez menos con la familia, y en cierto modo, perdiendo personalidad, lo que nos hará mas vulnerables a caer en el típico “qué dirán” tan marcado en la sociedad actual.

Muchas veces la presión social nos frena y nos impide llevar a cabo nuestros sueños por el simple hecho de no ser aceptados socialmente, de no recibir el reconocimiento o aprobación de nuestro entorno. Esta falta de libertad que nosotros mismos a menudo nos imponemos por crear esa dependencia de las demás personas, puede llevarnos a estados de frustración, a no vivir una vida satisfactoria; esto puede desencadenar en una situación que no deja a nadie indiferente y que es cada vez más común: el suicidio. Este tema lo aborda Jaime Nubiola en su libro “Invitación a pensar”, él hace referencia a la falta de fuerza para afrontar los problemas profesionales, familiares o de cualquier otra índole. En mi opinión, existe mucha relación con el tema que estoy abordando ya que podemos sentirnos superados por estos problemas al sentir que no llegamos a cumplir los estándares requeridos e impuestos en la sociedad.

Un dato interesante que leí con respecto a las tasas de suicidio, es el hecho de que los países considerados más felices registran las mayores tasas de suicidios y al parecer, según los que analizan este fenómeno, el origen de esta situación son las comparaciones que las personas descontentas hacen con el resto de la sociedad.

El paso que debemos dar es lograr romper todas las ataduras sociales que no nos dejan crecer como personas con una identidad única, dejar de ser “marionetas” de la sociedad. Es en este punto cuando lograremos vivir de forma auténtica en esta sociedad cada vez más competitiva.

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