lunes, 26 de noviembre de 2012

Pensando en el futuro





Una frase común empleada en campañas políticas, utilizada por las generaciones mayores, por nuestra familia... es la de - “ustedes los jóvenes son el futuro”- en el caso de los políticos es un poco contradictorio el hecho de que al tener el cargo normalmente los recortes son para el campo de la educación, pero no es el tema que quiero tratar, me quiero centrar en que me parece una afirmación correcta y lógica si la vemos en el sentido obvio (con suerte estaremos en un futuro) y si la vemos como algo positivo y como incentivo para esforzarnos ahora para tener un porvenir que nos llene de satisfacción, alegría y plenitud.

Pero en la vida, no se pueden llevar todo al extremo, tenemos que pensar en nuestro futuro pero vivir el presente al máximo, llegando en momentos incluso a ser un poco irresponsables, que es una forma de tener experiencias que nos puedan servir para fundamentar nuestra vida. Este verano, por ejemplo, mi experiencia personal puede servir para explicar lo que quiero plantear. Yo tenía planeado desde finales del año anterior hacer un viaje, quería irme un mes, por tanto no sería un viaje barato. Yo soy una persona ahorradora y por tanto tenía el dinero para hacerlo pero, como es lógico, pedí permiso a mi madre y a la vez personas cercanas me fueron dando sus opiniones.
La mayor preocupación de mi madre no fue en ningún momento el dinero, ella se preocupaba de que yo estuviera fuera por un mes, pero al final accedió y me apoyó. Mis dudas surgieron fue cuando alguien cercano empezó a, de cierto modo, hacerme sentir mal. Su frase más repetida fue: - “No son tiempos para gastar”- acompañada de: - ”Cuando termines la universidad ya habrá tiempo para hacer un viaje”-.
También esa persona recurría al hecho de que el destino de mi viaje no era de provecho, que si iba a gastarme ese dinero debería ir a un lugar que me sirviera para algo (por ejemplo un lugar donde practicara mi inglés).
En cierto modo él tenia razón ya que el dinero podría servirle luego a mi madre para seguir pagando mis estudios. Pero después de mucho pensar, y consciente del apoyo de mi madre, yo hice mi viaje. Estuve un mes en Seúl y puedo decir que ha sido una de las mayores y mejores experiencias de mi vida. Conocí nueva gente, estuve en contacto con una cultura con aspectos muy diferentes a la mía pero de la que aprendí mucho y me dejó muy buenos recuerdos.

Puede que haya sido un poco irresponsable, pero no me arrepiento en absoluto, creo que las oportunidades cuando se tienen hay que aprovecharlas y de cierto modo “no pensar en el futuro”. Yo podría haber guardado mi dinero y hacer caso a quien me decía que ahora no era tiempo de gastar, pero todo lo que aprendí y lo que disfrute de mi experiencia me deja claro que hice una elección correcta.

Es importante sembrar ahora para en un futuro recoger lo frutos, esto es lo que se suele decir. Pero a la vez, tenemos que ir llenando nuestra vida de experiencias enriquecedoras, podemos equivocarnos, pero siempre aprenderemos y nos formaremos para encarar nuestro futuro con todas las ganas, sin agotamientos y sobre todo, sin ningún tipo de arrepiento. 

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